Psicoterapia Psicosomática y Corporal
A lo largo de mi experiencia he comprobado la importancia de trabajar de forma integral, incorporando herramientas más allá de la palabra. Aunque el diálogo sigue siendo una parte esencial del proceso terapéutico, muchas veces hay experiencias o emociones que no pueden expresarse solo hablando. Por eso, integro el trabajo corporal y otras formas de expresión que permiten acceder a lo que sentimos de manera más directa y profunda.
En las sesiones, utilizo recursos como muñecos, cojines, visualizaciones, relajaciones o movimientos corporales. Estas dinámicas ayudan a explorar emociones difíciles o liberar tensiones que llevamos en el cuerpo. Trabajar desde el cuerpo facilita reconectar contigo, reconocer tus sensaciones y comprender qué necesitas en cada momento.
He acompañado a personas de diferentes culturas y con historias de vida muy diversas —algunas atravesadas por situaciones de trauma o gran exigencia emocional—, y he podido ver cómo este tipo de trabajo promueve una sensación de bienestar, alivio y mayor conexión interna, de forma un poco más directa.
La psicoterapia somática no se centra solo en “hablar de lo que pasa”, sino en sentirlo, comprenderlo y transformarlo a través del cuerpo. A medida que nos vamos dando cuenta de lo que sentimos, creamos una conexión más auténtica con nosotros mismos y con lo que necesitamos. Personalmente he estado en procesos terapéuticos solo desde el diálogo, que me han ayudado mucho, pero sí he notado un cambio más profundo cuando se incorpora el cuerpo y el movimiento.
Durante los últimos años he realizado formaciones, con terapeutas reconocidos en Somatic Experience, Embodiment lo que amplia el abanico de recursos que puedo utilizar. Y actualmente me estoy formando en Core Energetics, una perspectiva que, si bien es poco conocida en España, incluye diferentes dimensiones de trabajo promoviendo técnicas corporales que impactan a nivel psicológico y transpersonal.
